Cuando presentamos el Grupo de Alto Nivel México-Estados Unidos para la Electrificación del Transporte hace un año, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, parecía un largo camino para poder contar con un diagnóstico que, junto con una serie de recomendaciones , serviría para darnos el impulso necesario para la transición de la industria automotriz mexicana a la electromovilidad. Hoy esto ya es una realidad y se vislumbra un panorama de oportunidades para nuestro país.